martes, 13 de noviembre de 2012

Arropa mi melancolia,
deja que esta noche sea algo mas que el wisky lo que te embobe.
Dejame darte un par de cincos, que a mi me sobran a montones
y compartamos la añoranza, con los paseos por la playa.

Sumergete conmigo entre las olas
uno a pachas como el primero,
pero que esta vez no sea el último.
Gritale a la arena que ya no estas solo,
engaña al amor y por una vez, no te vuelvas noche.

Cuentales que descubriste misterios bajo mi almohada,
que los únicos monstruos en los que crees se esconden bajo mi cama.
Olvidemos el calor de aquellos días,
arriesgate al frío y las hojas caidas.

Conquistame con tu azul, que el Invierno sea nuestra estación.
Ahora que nos falta el coraje y nos sobran los peros.
Ahora que el silencio devora nuestras miradas,
ahora es cuando me tienes que pensar
porque hace frío,
porque corremos el peligro de congelarnos,
porque tiritamos y esta distancia nos impide abrazarnos.

Y miestras tu me piensas yo te convertire en poesía de madrugada,
poesia de medianoche y café.
Poesía para corazones echos trizas,
como el tuyo, como el mio.

Y ahora, y hoy, permite que alguien te rescate,
porque te sobran pesares y
la coraza te pesa Otoños de rutinas inacabables.
Porque el wiskie ya no hace efecto,
los versos se me acaban,
y ya anochece,
y hoy la playa me pide a gritos que le haga compañia y yo,
hoy no puedo dejarla sola.
Y tu también necesitas compañia.
Pide un rescate, deja que te salven.


(dejame ser tu pèqueña salvación,
la que te cuente los versos y te fume en veintiun caladas)

cenizas hechas peosia

Te pense y luego te escribi, ¿o quizas te escribo y despues te pienso?
O simplemente escribo y te invento,
y le pongo tu nombre a mis versos por darles el sentido del que carecen
o la armonia que les falta.
Quizás es el frío, que me hace acordarme de tus gélidos ojos azules,
o el Otoño que debería haber sido nuestro.
Pueden ser también los silencios colados en los recobijos de tu mirada,
o los 21 que nos atan a la cama de la melancolía
como los Martes cinco.
Que traen sonrisas rotas,
y ruina convertida en rutina.

Quizás es que realmente te invento
y como conclusión de este caos
termino por entregarles el amor y la frustración a mis versos, mis mejores amantes.